Relaciones
¿Cómo afrontar mejor las diferencias en la pareja?
¿Te gustaría saber a qué tipo de pareja perteneces según tu estilo de discusión? Identifícalo en esta nota, y encuentra las claves para tener discusiones más constructivas y sanas. Y en consecuencia, un vínculo más feliz.

“Las parejas están formadas por dos personas diferentes, más diferentes de lo que en un inicio creían. La ilusión del enamoramiento nos hace creer por meses (o años) que encontramos a alguien que ‘piensa y siente como nosotros’. Nada más alejado de la realidad”, dice Daniela De Lucía, coach y emprendedora en desarrollo personal y profesional.

Y tal vez en este simple párrafo, se encuentre la clave para que empecemos a entender por qué las parejas discutimos. Le pedimos a Daniela que nos cuente cómo podemos hacer para llevar adelante discusiones más positivas, que construyan nuevos acuerdos vinculares, de una forma más amorosa. No te pierdas la charla.

 

Daniela, ¿Por qué discutimos las parejas? 

Las parejas están formadas por personas que aprendieron a amar en sus casas, que traen arraigadas costumbres y formas de expresar ese amor de su familia, y por sobre todo, que a lo largo del tiempo, tuvieron experiencias de vida distintas. A lo largo de los años, vamos aprendiendo qué es el amor, cómo lo damos, y cómo lo queremos recibir. Vamos construyendo creencias acerca de cómo deben ser las cosas en la vida “de a dos”. Vamos haciendo nuestras propias reglas sin siquiera darnos cuenta. Y estas “reglas”, que cada uno naturaliza como la “ley del amor”, las aplicamos en la convivencia continuamente.

 

Y eso nos hace entrar en conflicto…

Exacto. Cuando las reglas que cada persona construyó entran en conflicto, se ponen de manifiesto los desacuerdos, que devienen en discusiones si no le ponemos un marco de comunicación estratégica al asunto.

 

¿Comunicación estratégica en la pareja?

Claro. Es la clave para poder conversar los desacuerdos, y no caer en discusiones en donde cada uno cree que es el “dueño de la verdad”.  La comunicación estratégica en la pareja no significa que tengamos que armar un plan de abordaje cada vez que vamos a conversar; significa tener la capacidad de escuchar lo que el otro nos dice, soltando por un rato nuestras reglas, para poder entender qué demonios es el amor para la otra persona, cómo lo expresa, y qué necesita para sentir que ese amor es recíproco.

 

¿Con qué más tiene que ver esta idea?

También significa aprender a decir las cosas de diferente manera. Muchas veces me comentan: “se lo dije mil veces y no me escucha”. Primero hay que entender que si siempre decimos las cosas de la misma manera, el otro es muy probable que reaccione de la misma manera. Poder cambiar la forma en la que expresamos una necesidad al otro, es clave para que él pueda tomarla. Tu mensaje, eso que querés que tu pareja escuche, es como una pelota, y el otro elige agarrarlo o no agarrarlo. Tal vez se lo estás tirando muy fuerte, o muy suave, o ni siquiera ve la pelota.

 

¿Entonces qué nos recomendás?

Hay que buscar la forma de tener esas conversaciones difíciles, de manera diferente: con palabras diferentes, en lugares diferentes, y por sobre todo, con una actitud diferente. Si vamos a iniciar una conversación para llegar a nuevos acuerdos, es necesario que vayamos desde la construcción y no desde el ataque. Para lograrlo, seamos conscientes desde qué emoción estamos hablando. ¿Hablamos desde el enojo o desde el amor? El enojo destruye y es más contagioso que el coronavirus. Si vas a plantear algo desde tu enojo, es probable que tu escucha sea limitada, y que lejos de poder ponerte en el lugar del otro para llegar a nuevos acuerdos, llegues a nuevos desacuerdos. De repente discutían por A y ahora suman discutir por B.

 

¿Existen parejas que no discuten? ¿Eso es bueno o es malo?

Hay dos motivos por los cuales las parejas no discuten, uno muy bueno y uno muy malo. Como mencionaba en la pregunta anterior, en una pareja ambas personas aprendieron a amar de diferente manera y han construido sus propias “reglas” acerca de lo que es y lo que no es el amor para ellas. También han construido reglas de convivencia y otras de la vida en general. Cuando esas reglas entran en conflicto, no están en sintonía, comienzan los desacuerdos. En una pareja “pareja” en la que ambas personas se sienten en total libertad para vivir de acuerdo a sus “reglas”, esos desacuerdos son parte de lo cotidiano, salen a la luz en el día a día y se resuelven conversando. Pueden terminar en una discusión si ambas personas se aferran al “yo tengo razón”. Tengamos en cuenta que en una pareja nadie tiene razón, o mejor dicho, los dos tienen razón. Por eso no hablamos de verdades absolutas sino de llegar a acuerdos de pareja.

 

¿Y cuál sería el motivo “malo”?

Lamentablemente, también existen las parejas “desparejas”. Las parejas y las familias son sistemas de relaciones, y en estos sistemas existen roles y jerarquías. En una “pareja” tal como lo dice la palabra, la jerarquía debería ser la misma. Ambas personas deberían tener la misma autoridad para tomar decisiones, hacer y deshacer. En las relaciones tóxicas este concepto de igualdad no sucede. Es por eso que el hecho de no tener lugar a desacuerdos o discusiones puede ser el síntoma de estar en una relación tóxica y despareja, en la cual las decisiones y las reglas solo las pone una sola persona. Es como si la relación tuviera un jefe y la otra persona sigue las reglas del otro. Esta situación muchas veces es invisible y las personas que viven este tipo de relación llegan a naturalizar el hecho de perder la libertad a la hora de opinar, decidir, o poner sus propias “reglas” sobre la mesa. Sus opiniones no valen, sus formas de hacer siempre “están mal”, y las decisiones las toma otro. Las reglas del otro son rígidas y la persona llega a perder su propia identidad y auto confianza.

 

¿Cuándo podemos hablar de discusiones “positivas” y cuando “negativas”?

Las discusiones positivas construyen y llevan a nuevos acuerdos. Las discusiones negativas destruyen y llevan a crear nuevos conflictos.

Características de las discusiones positivas:

  • Escuchar al otro de manera activa, dándole el espacio para que hable.
  • Empatía. Ponernos en el lugar del otro para entender lo que siente y sus “porqués”.
  • Poner la energía en encontrar soluciones, y evitar poner el foco en el problema o desacuerdo.
  • Respeto por el otro. Asumir responsabilidad y buscar un aprendizaje.
  • Llegar a nuevos acuerdos al finalizar la conversación.

 

Características de las discusiones negativas:

  • No dejar hablar al otro.
  • Culpar y acusar.
  • Gritar o hacer movimientos violentos.
  • Poner el foco de la energía en el problema, haciéndolo cada vez más grande.
  • Finalizar la conversación más enojados de lo que la empezaron.

 

¿Las discusiones ayudan a crecer a la pareja? ¿Qué pasa cuando tratamos de no hablar de ciertos temas, porque “no queremos discutir”?

No hay nada más peligroso que negar los desacuerdos que existen en la pareja. Cuando nos hacemos los distraídos y escondemos los problemas de pareja bajo la alfombra, tenemos que saber que va a llegar el día en el que la alfombra nos quede chica, o alguien corra la alfombra y todo salga a la luz. A mediano o largo plazo, esconder los desacuerdos de pareja trae conflictos. Tal vez lo más cómodo es hacernos los distraídos, pero tenemos que tomar consciencia que esas pequeñas cosas que vamos acumulando, en algún momento vamos a tener que atenderlas.

 

Nos gustaría clasificar a las parejas según su estilo de discusión. ¿Es posible?

Podemos hablar de cinco tipos de parejas según su estilo de discusión:

  1. Parejas de acuerdos:son aquellas que a pesar de las diferencias que viven en lo cotidiano, aprendieron a conversar para llegar a nuevos acuerdos con el objetivo convivir en armonía. Focalizan su energía en construir un vínculo cada vez más sólido.
  2. Parejas de Hollywood:son aquellas que están formadas por personas que se creen todo lo que ven en las comedias románticas de Netflix. Se sienten idénticos con el otro. Viven en la ilusión constante de que la otra persona siente y piensa igual que ellas. El romance es la base de todo. Creen en el concepto de amor mágico, media naranja y alma gemela. No existen discusiones hasta luego de pasar la etapa de enamoramiento.
  3. Parejas color de rosa: son aquellas parejas que se muestran súper felices con sus familiares y amigos, y puertas para dentro discuten y se echan culpas constantemente. Sonrisas para afuera, y enojos por dentro.
  4. Parejas noveleras:son aquellas amantes del drama y del conflicto. Disfrutan de las discusiones dentro de casa y fuera de ella.
  5. Parejas tóxicas o desparejas:son aquellas en las que una de las personas toma todas las decisiones e impone sus reglas, y cuando la otra persona quiere algo diferente, comienza el conflicto. Si te encuentras en una relación así, pide ayuda para poder salir de ahí.

¿Eres capaz de identificar en qué tipo de pareja te encuentras? Para seguir leyendo a Daniela De Lucía, te invitamos a seguirla en su cuenta de IG acá.

 

 

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