LOS BENEFICIOS DE PRACTICAR FELDENKRAIS
Feldenkrais: por qué es una buena opción para el cuerpo y la mente
Esta disciplina involucra movimiento, neurología, psicología, filosofía y medicina y les permite a las personas poner en práctica todo potencial físico y emocional a través del desarrollo de la autoconciencia física y mental. Conocé más del Feldenkrais, desde el testimonio de la experta Graciela Orfeo.

Ser Positivo se puso en contacto con la especialista Graciela Orfeo*, profesora de Feldenkrais en la Argentina, para conocer los detalles de esta disciplina.

  • ¿Qué es Feldenkrais?

El Método Feldenkrais emergió a modo de síntesis. Su creador, Moshe Feldenkrais (1904-1984), unió una diversidad de temas sobre los que investigó hasta su muerte con todo lo que él había aprendido durante su propia vida.

Si bien se la considera una disciplina de movimiento, en su desarrollo están presentes conocimientos científicos e innovadores que incluyen neurología, psicología, filosofía, medicina, apreciaciones sobre el amor, la sexualidad, la religión y las diferentes disciplinas de artes marciales.

Es esencialmente un proceso de aprendizaje vivencial basado en el movimiento, que les permite a las personas realizar su potencial físico y emocional a través del desarrollo de la autoconciencia física y mental.  

A lo largo del curso de su vida, una persona desarrolla inexactitudes en sus movimientos cotidianos que se vuelven habituales.  Pasado el tiempo estos hábitos  causan problemas en el funcionamiento físico, lo que luego produce dolor e influye en la conducta propia y en su estado emocional.

Quizás, una de las ideas de Feldenkrais sobre la salud define al método con mucha claridad: “Una persona saludable es aquella capaz de acercarse a buscar sus sueños más profundos, aquellos que nunca se atrevió a contarle a otros”,  y mi opinión es que justamente nuestro trabajo es colaborar para que cada uno pueda descubrir su propio sueño.

Foto: Gentileza Graciela Orfeo

Foto: Gentileza Graciela Orfeo

  • ¿Cuáles son los beneficios de Feldenkrais a nivel corporal?

La forma de abordar a las personas mediante esta metodología es considerándola en su totalidad: somos una unidad en la que cualquier situación en una parte de nuestro cuerpo (pensando tanto en el plano orgánico como psíquico) afecta al resto.

Al comenzar un proceso de clases las personas:

– Mejoran su postura, equilibrio y  coordinación.

– Alivian sus dolores, tienen mejor calidad de descanso y clarifican su manera de pensar y pensarse.

– Aumenta su vitalidad.

Por la estructura de las clases y el respeto al tiempo y la situación de cada uno, pueden participar de ellas personas de diferentes edades y estados físicos.

Deportistas, actores, músicos, cantantes, bailarines, amas de casa, personas dedicadas a trabajos de oficina, políticos y periodistas, practican el método en ambas modalidades (grupal y/o individual) y dan cuenta de los beneficios obtenidos en este proceso.

Incluso situaciones severas como parálisis cerebral, hemiplejia, problemas ortopédicos graves, pueden lograr mejorías con las clases.

Foto: Gentileza Graciela Orfeo

Foto: Gentileza Graciela Orfeo

¿Y a nivel emocional y mental?

Al cambiar la sensación y organización física, incluida la respiración, inmediatamente se siente mejor apoyo sobre los propios pies, se recupera el eje de nuestro cuerpo, dando una sensación de mayor confianza en uno mismo. Disminuye la sensación de angustia y ansiedad.

Ya que en las clases se utilizan variaciones y combinaciones no habituales, nuestro cerebro y sistema nervioso deben apelar a nuevas conexiones neuronales. Esto amplía la capacidad de aprender y  lo utilizamos luego en la vida cotidiana casi sin darnos cuenta: surgen nuevas formas de encarar situaciones conocidas con mayor soltura y más alternativas. Las personas pueden enfocarse con mayor claridad a lo que hacen.

En situaciones como el  autismo, aumenta la posibilidad de prestar mayor atención a las actividades diarias.

  • ¿Cómo son las clases?

Las clases grupales son propuestas de movimiento guiadas verbalmente, no se muestran sino que se indican con la palabra, de manera que cada persona pueda descubrir su forma personal de hacer, sin imitar a otro.

Mientras los participantes de una clase se están moviendo, se guía su atención hacia cómo lo hacen, a las sensaciones que surgen durante su hacer y a los cambios que durante ese tiempo se van produciendo.

El interés no es alcanzar una meta determinada sino el proceso y cómo éste se lleva a cabo. Moverse sin esfuerzo ni dolor es una premisa esencial en cada momento de las clases.

Como esencialmente el método es un aprendizaje que se basa en la capacidad del ser humano de aprender durante toda su vida, utiliza los principios de la neuro-plasticidad: descubrir y registrar las diferencias en las sensaciones de apoyo, largo, respiración y estado general es esencial. No se trata de repetir mecánicamente, sino de descubrir los cambios y comparar con lo habitual; esto permite a nuestro sistema nervioso elegir y al mismo tiempo ampliar nuestra autoconciencia.

En las clases individuales, llamadas de Integración Funcional, se crean las condiciones para que la persona se sienta confiada y tranquila para poder incorporar las nuevas sensaciones que el toque, el movimiento suave y no intrusivo que voy dándole con mis manos les genera.

Foto: Gentileza Graciela Orfeo

Foto: Gentileza Graciela Orfeo

  • ¿Por qué podría ser una buena alternativa al Yoga?

Cada disciplina tiene su base filosófica. Moshe Feldenkrais desarrolló un método a partir de sus conocimientos científicos, su amor por el movimiento, los deportes y las artes marciales, unido a su increíble capacidad de observación y percepción.  

Es un método de aprendizaje que no exige llegar a ninguna postura en particular, nos libera de las exigencias de alcanzar metas y nos propone encontrar nuestro propio ritmo y camino para mejorar nuestra vida cotidiana, cualquiera sea nuestra actividad. Se trata de un método que amplía nuestra autoimagen, su propuesta revolucionaria fue pensar en las funciones motrices y organizar las clases en relación a movimientos que hemos hecho en nuestro primeros años de vida. De allí, la facilidad para aprender en cada una de las clases.

Al tener opciones para realizar cualquier movimiento, para pensar en situaciones complejas, se crean nuevas alternativas que nos abren las puertas para elegir y así poder acercarnos a vivir con mayor libertad.  

*Graciela Orfeo trabaja desde 1998 dando clases del Método Feldenkrais a adultos, adolescentes y niños. Aprendió y continúa aprendiendo el método de la mano de los discípulos más cercanos a Moshe Feldenkrais. Es docente de Feldenkrais en la Universidad Nacional de Artes del Movimiento y brinda clases en la Escuela Internacional de Creación Teatral y Movimiento “CABUIA”, además de dirigir el Centro Feldenkrais Buenos Aires.

Web: http://www.centrofeldenkraisba.com.ar/

Mail: gracielaorfeo@gmail.com / centro@centrofeldenkraisba.com.ar

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