Tu espalda dice mucho del estado de tu cuerpo. Ejercitarnos para flexibilizar la columna vertebral nos aporta beneficios, relajación y disminución de dolencias.

Durante mis estudios, una de mis instructoras de Yoga me transmitió que la edad de nuestro cuerpo quedaba reflejada en la flexibilidad (o falta de ella) de nuestra columna vertebral y nuestra espalda. Y, si lo pensás, tiene mucho sentido ya que de ella depende nuestra postura ante la vida, nuestra capacidad de adaptarnos a los cambios y al movimiento. Y en ella, también, se reflejan las responsabilidades que nos cargamos a diario, las culpas que, muchas veces, arrastramos por años y las emociones que hemos ido cristalizando y que necesitamos aliviar.

En algunas culturas originarias de América, se pensaba que en la zona baja de la cintura se acumulaba nuestra relación con el pasado. Por ello, se realizaban masajes con plantas y preparados naturales para poder recuperar la salud de la zona a través del alivio y depuración de las emociones y sentimientos que allí se guardaban.

Por otro lado, la energía Kundalini que es nuestro impulso creativo, de evolución y vitalidad, se deposita, específicamente en la base de la columna o parte baja de la espalda. Allí reside y desde allí recorre la totalidad del torso hasta llegar al centro de nuestra cabeza o chakra coronilla por el cual se conecta con las energías superiores.

Como verás, la espalda y la columna se relacionan con una gran cantidad de aspectos de tu salud física y emocional, por eso necesitamos trabajarla y flexibilizarla para recuperar la armonía y la salud. Si bien, generalmente recordamos más fácil elongar piernas y brazos, a partir de ahora, dediquemos tiempo también a relajar y movilizar la energía de la columna vertebral.

Ejercicios que nos ayudan:

• Postura del Gato
• Practicar el saludo al sol
• Realizar torsiones laterales hacia un lado y hacia el otro, con suavidad y respetando tu propio limite corporal
• Practicar visualizaciones que dirijan la energía armónicamente por toda la espalda
• Practicar danza libre
• Realizar masoterapia una vez por semana o cada quince días.