Mientras estas preguntas siguen dando vuelta por la cabeza de la mayoría, la psicología positiva se puso un objetivo bien definido. Le propuso a los mejores científicos especialistas en psicología investigar qué pasa en la vida y en la mente de las personas que viven con bienestar y plenitud sus vidas.
Estas investigaciones dieron origen al libro Florecer, donde el doctor Martin Seligman, pionero de la Psicología Positiva, plantea el modelo PERMA y explica así la teoría del bienestar:
P viene de “positive emotions”, en español <Emociones Positivas>, las cuales son un ingrediente esencial para nuestro bienestar. Las emociones positivas aparecen cuando experimentamos situaciones de placer y diversión. Cuando compartimos tiempo con nuestros seres queridos. Cuando hacemos lo que amamos. Si podemos definir qué es aquello que nos genera emociones positivas, podemos generar con más frecuencia esas situaciones para repetir y sostener este flujo de emociones positivas en forma activa.
También se trata de potenciar un estilo optimista de pensamiento, sobretodo para sentir fe en el futuro y así poder disfrutar el presente.
La E es para “engagement”, o sea Compromiso. <Flow> como expresión de un estado en que la persona se encuentra tan inmersa en lo que hace que se siente fluir en esa actividad. El compromiso lleva a conectar con todos los sentidos y plantarse en el momento presente con mayor foco y disfrute. Al realizar actividades que generan un equilibrio entre el desafío que representan y la habilidad que se posee para enfrentarlo, la persona instantáneamente entra en un estado de flujo que hace que se olvide de todo alrededor y llegue a un estado de éxtasis, sintiendo placer por el solo hecho de hacer eso, más allá del resultado.
La R de “relationships”, representa las <Relaciones Sociales>
Al cultivar buenas relaciones con las personas que forman nuestros círculos cercanos como la familia, amigos, compañeros de trabajo o vecinos, vamos construyendo redes que nos sostienen y nos hacen sentir mejor.
También es relevante elegir con quién vamos a entablar relación. La idea es analizar bien quién entra en nuestro círculo y tratar de esquivar a esas personas que nos generen sensaciones negativas o peligrosas. Frecuentar a las personas que nos hacen sentir queridos, aceptados, comprendidos y emanan una energía sana o al menos compatible con la nuestra será garantía de alegría y sostén.
La M es para “meaning” que traducimos como <Sentido>. Es esa idea de trascendencia, de hacer algo que sea mayor a nosotros mismos, algo que nos trascienda. Dedicar tiempo a algo superior posibilita una buena dosis de felicidad, sobretodo el tipo de felicidad que se va a sostener a largo plazo. El saber que estamos siendo parte de algo especial, nos hace encontrar el sentido o propósito de nuestra vida, y eso es una genuina fuente de bienestar.
La A pertenece a “accomplishment” que significa <Logro> y tiene que ver con la gran satisfacción que sentimos cuando logramos los objetivos que nos proponemos. Todos necesitamos mirar para atrás y ver las metas cumplidas, los desafíos superados y sentir esa confianza al ver que somos capaces de obtener lo que alguna vez sólo fue una idea.
Resumiendo podemos ver que las personas más felices se dan el tiempo para generar situaciones que les hagan sentir emociones positivas, ponen énfasis en construir relaciones sociales sanas, alegres y solidarias, se comprometen con lo que hacen, elijen tareas o proyectos que contribuyen a un bien mayor, y buscan cumplir lo que se proponen para ver así realizados sus sueños.
En definitiva, son personas que elijen a conciencia lo que les hace bien y tratan de ayudar a otros en esa búsqueda de la plenitud y la buena vida.