El 2020 fue un año cargado de incertidumbre, miedos y reinvención. Todos (y en todas partes del mundo), tuvimos que adaptarnos a un contexto completamente inesperado. Y a partir de ahí, cambiar horarios, formas de trabajar y relacionarnos, métodos de estudio, y más. Y si bien por momentos pudimos sumar nuevos hábitos saludables a nuestra vida, también otros quedaron relegados, como es el caso del ejercicio físico. ¿No sienten que ya es hora de ir retomando? Por nuestro cuerpo, pero también por nuestra salud integral.

Entonces, ahora que tenemos un nuevo año por delante, podemos fijarnos los objetivos a alcanzar en los próximos meses. ¿La clave? Que las metas que planteemos sean alcanzables. De nada sirve proyectar “algo enorme”, que después abandonemos a mitad de año. Porque seamos sinceras: la desmotivación nos gana cuando las ideas no son realistas.

“Si bien es usual decir que queremos bajar una determinada cantidad de peso o alcanzar un determinado talle, a la hora de cuidar la salud tanto física como mental, es importante esquivar los objetivos estéticos y buscar metas que apunten a potenciar la capacidad del cuerpo, ayudándonos a alcanzar nuestra mejor versión, y reconociendo que el cambio estético llega solo” explica Camila Mariana, entrenadora certificada por NASM y fundadora de POWER by Camila, la aplicación de entrenamiento que busca ayudar a las mujeres a generar una relación positiva con la actividad física.

Por su parte, el licenciado en nutrición Matías Marchetti, agrega que debemos entender que desde la mente, desde lo que uno decreta, y desde desaprender todo lo que la pandemia nos hizo daño, podemos construir un nuevo formato de 2021: “Hay que sumar información + empoderamiento + accionar, dejar de fantasear, y construir una actividad física que se adecúe a nuestro ritmo de vida, y que sea en forma progresiva; para que el potencial de sentirnos bien, ‘siga la rueda’ y nos den ‘ganas de más’”, comenta Marchetti.

Entonces, es importante tener en claro que nuestro bienestar debe ser el fin, a la hora de pensar a dónde queremos llegar este nuevo año. Y esto será posible sólo si nos fijamos metas saludables que nos impulsen a superarnos de una forma realista y sana. Para esto, Camila Mariana comparte tres tips que nos pueden ayudar. ¡A tomar nota!:

1. Tener en cuenta nuestro punto de partida y monitorear el progreso: “uno de los errores más comunes a la hora de ponernos cualquier tipo de meta, ya sea física, laboral o personal, es no tener en claro nuestro punto de partida, lo cual nos impide valorar nuestros avances” explica Camila Mariana, quien aconseja llevar un diario que no sólo registre cómo iniciamos nuestro proceso de cambio, sino que también funcione como un reporte del progreso. A la hora de medir el progreso en el plano físico, la experta recomienda evitar guiarse por el número de la balanza y prestar atención, en cambio, a las medidas corporales y las fluctuaciones en el porcentaje de grasa. Por otro lado, también es importante evitar comparar el día a día del progreso ya que el cambio físico es algo progresivo que toma tiempo, por lo que es fácil desmotivarse si estamos pendientes permanentemente de lo que no hemos cambiado.

2. Partir nuestra meta en metas más chiquitas basadas en el tiempo: alcanzar una meta grande puede parecer imposible. En cambio, varias metas más pequeñas con límites de tiempo realistas, nos permiten notar progresos que nos motivan a seguir adelante. Además, si no alcanzamos la meta mayor, de todas formas vamos a haber logrado avanzar en nuestros objetivos. A la hora de realizar actividad física, la entrenadora experta resalta que “comenzar con metas pequeñas y realistas no solo es importante para mantenernos motivados, sino que además es fundamental para el cuidado de nuestra salud. Cualquier rutina de actividad física que implementemos debe comenzar con una intensidad leve que se incremente a medida que nuestro cuerpo se acostumbra al ejercicio para evitar lesiones”, detalla la experta.

3. Definir el “cómo”: lo más importante para saber si una meta es realista o no, es definir cómo la voy a alcanzar, ya que éso es lo que nos dará la pauta de si es un objetivo realizable o no. Por ejemplo, en el plano laboral, si queremos conseguir un trabajo nuevo en una nueva industria, pensaremos qué contactos deberíamos hacer y qué capacitaciones deberíamos tomar. Ésto nos ayudará a definir si es factible o no el cambio que buscamos. En el entrenamiento, deberíamos encontrar un plan progresivo, creado por un profesional, que trabaje nuestro cuerpo en todos los planos de movimiento, aumentando la fuerza abdominal, antes de progresar a ejercicios más intensos y pesados para prevenir lesiones.

Como dice la especialista, “sea cual sea tu meta para este 2021 que acaba de comenzar, abordarla de forma realista y con planificación y perseverancia, será la clave para alcanzar lo que te propongas ”. ¿Estás preparada?